El viejo 'capricho' de Hitler

Hola Jambos! Como os prometí en mi anterior post, voy a contaros la historia del lugar en el que estoy de lunes a jueves de 9 a 16, y los viernes de 9 a 14. Disfrutad de la inquietud...
EL MUNDO, 3 de Octubre de 2003
El viejo 'capricho' de Hitler
La embajada de España en Berlín es un testigo de excepción de una época tumultuosa, quizá una de las más tristes de la Historia europea contemporánea. El edificio apenas ha cumplido 65 años, pero si su fachada hablara describiría episodios de guerra, incesantes bombardeos y escenas de uniformes, botas relucientes y brazos en alto. Ayer, el presidente del Gobierno, José María Aznar, inauguró oficialmente la sede de la legación diplomática española, situada, por el capricho urbanístico del Tercer Reich, al suroeste del barrio de Tiergarten con el famoso bosque del mismo nombre enfrente, en la avenida de Liechstenstein.
La vida del edificio comienza en 1938, cuando el Gobierno provisional de Burgos acepta la oferta de Hitler de cambiar el elegante palacete Thiele-Winkler de la Regenstenstrasse, donde residían los embajadores españoles desde 1889, por una nueva sede que debería construirse, al gusto hitleriano, en un moderno barrio diplomático en el que se agruparían las principales misiones extranjeras.
La propuesta del dictador alemán no se dirigió sólo a Burgos, donde ya crecía la semilla afín del poder franquista; también se remitió a otras dos capitales aliadas: Tokio y Roma. La zona de embajadas prevista respondía plenamente a la estética urbanística y arquitectónica que deseaba Adolf Hitler para Berlín. El dictador recibió respuesta afirmativa desde España, a diferencia de otros países, cuyas representaciones fueron trasladadas por la fuerza bajo la amenaza de demolición con personal incluido.
El edificio, de enormes proporciones, fue cuidadosamente diseñado a lo largo de cinco años por los arquitectos alemanes Walter y Johannes Krüger. Los planos internos de la residencia no debían albergar ni un solo rincón secreto para las autoridades alemanas.De hecho, sólo se autorizó el asesoramiento de un arquitecto español: Pedro Muguruza Otaño. La representación española fue proyectada junto con las de Japón, Italia, Dinamarca y Yugoslavia y debía constituir el corazón del capricho diplomático de Hitler.
En febrero de 1943, la flamante construcción estaba lista para ser estrenada; el traslado efectivo desde la vieja misión diplomática española se llevó a cabo apenas mes y medio más tarde, en abril.Los grandes salones, las elegantes escaleras, el mobiliario y la decoración relucientes tuvieron una corta vida. Sólo unos meses más tarde, los bombardeos aliados pulverizaron el edificio y con él los sueños de grandeza del dictador alemán y sus principales aliados. Unicamente quedó en pie una pequeña parte del mismo y la fachada, en cuyo frontispicio lucía el águila franquista.
A mediados de los 60, Francisco Franco ordenó que las dependencias habitables fueran acondicionadas y se instalara en ellas el consulado general de España y la residencia de su titular. Así permaneció hasta 1996, cuando el Gobierno español decidió reconstruir todo el conjunto para volver a establecer en él la misión diplomática del reino de España, por entonces con sede en Bonn.
Las obras de remodelación del inmueble han sido dirigidas en esta ocasión por dos arquitectos españoles: Jesús Velasco y José Luis Iñiguez de Ozoño. La fachada ha sido respetada en su integridad, salvo el águila de Franco, que ya no tiene en ella cabida. Es gris, fría y austera y contrasta notablemente con el gusto exquisito que se ha desplegado en su ornamentación y distribución interior, en la que se combinan hábilmente las piezas artísticas clásicas con impresionantes muestras de arte moderno.
Ayer, con la inauguración oficial por parte del presidente del Gobierno, quedó abierta una nueva página en la vida del histórico edificio. Aznar se mostró impresionado y satisfecho de su restauración.«¡Menudo despacho, embajador!», exclamó ante Rodríguez Spiteri.
«Era un empeño de muchos años y en él hemos puesto mucha determinación porque merecía la pena el esfuerzo. Dan ganas de quedarse. Y desde aquí digo que pondré a su disposición todo lo que sea necesario para reforzar los vínculos con Alemania, un país con el que no estamos de acuerdo en todo, pero con el que compartimos lo sustancial. Esta casa, que es la de todos los españoles», aseguró el presidente, «es espectacularmente atractiva».
Abrazos jambos!!!
1 Comments:
muy interesante la historia de nuestro pedacito de tierra en Jawohland
Publicar un comentario
<< Home