El Barco de Colegas

El día 1 de enero del 2006, recibí un mensaje corto que me llamó mucho la atención: "Feliz vida", pensé mi padre esta borracho... pero despues de pensar un rato, me puse místico y me pareció un mensaje con mucho significado y más lúcido que al principio. Feliz vida pues a todos los que váis hacer parte deste diario de abordo, que es la mejora de nuestro antiguo Barco de Colegas.

martes, octubre 02, 2007

El camino de regreso

Llegué hace 24 horas a mi casa, a casa...he vuelto!!

Sólo he salido a comprar algunas viandas para pasar el día y me he dedicado a abrir maletas, a colocar trastos y a vaciar algunos armarios para hacer reestructuración de mi cuarto. Y soy feliz.

Ayer cogí el último avión que me traía definitivamente a la Península desde la ciudad de los pillaos, de las casas medio caidas, de la gente antipática, de la eterna nube que no se va, de las calles llenas de historia y de mierda y de los semáforos que funcionan mal. Esta última semana me he ocupado con el máximo celo de borrar cualquier lazo que me pudiera unir a esa ciudad: cancelé la cuenta del banco (que alegría cuando la tía del banco rompía delante de mis narices la tarjeta de débito), me borré del registro en el ayuntamiento, anulé contratos y dí de baja facturas. Desde el jueves pasado, yo sólamente era un turista más en Berlín. Y en el fondo eso es lo que he sido allí siempre, un turista a largo plazo.

Lo malo de ese tipo de turismo en Alemania es que puede darse la circunstancia de que al cabo de un cierto tiempo empieces a estar hasta los cojones de estar allí. Ya me pasó una vez algo parecido y prometí que no sucedería más. Sin embargo, para bien o para mal, no pude cumplir la promesa.

Echando la vista atrás, en el fondo ha sido para bien. He conocido a gente de puta madre, he estado en sitios que en mi vida habría imaginado, he saludado a gente que formará parte de la Historia, he tenido muchas visitas que se han ido contentas (y he echado en falta alguna que otra...), he visto ciudades nuevas, he vivido muy bien, he podido volver a casa cuando quería, he podido conocerme también a mi mismo y sacar conclusiones... visto así no está mal, verdad?

Sin embargo, a pesar de volver con la sensación de haber ganado el partido, el terreno de juego no me ha gustado. La primera vez que estuve allí lo dije: "nunca vendré a vivir aquí" y a pesar de haber tenido la oportunidad de conocer bien la ciudad, mi opinión sigue siendo la misma: "nunca iré a vivir allí". Sigue siendo la misma ciudad cutre, gris y triste que conocí una vez y que espero pisar de nuevo sólo por motivos laborales o turísticos.

Una cosa es verdad: si el sol le hace una visita a Berlín, la ciudad es otra. Parece que tenga vida, gente animada e incluso puede llegar a ser agradable y divertida por todo lo que te puedes encontrar. Pero desde hace tiempo, el invierno tiene allí su residencia de verano, y como se lleva mal con el sol, éste prefiere quedarse en el Mediterráneo. Algún día que otro, cuando se despista el invierno, el sol aparece, da un poco de tregua y eso se agradece. Pero lo malo es cuando el invierno se entera y vuelve cargado de lluvias, tormentas y nubes. El sol, viendo el percal, decide en esas ocasiones ausentarse durante largo tiempo.

Pero bueno, la cuestión es que Berlín forma parte del pasado y ahora empieza otra etapa en la que el Kamponabo ya tiene a su Mesías, ya tiene un evangelio en potencia, tiene parábolas, tiene figuras como Samuel (que, por cierto, es de color sincero) y tiene proyectos. Se avecina un curso interesante en el que algunos podrán conseguir alguna de sus mayores ilusiones, otros aprender nuevos idiomas, otros publicar a saco y tener una experiencia austera, otros tocarse los huevos en casas pagadas por la empresa, otros seguir viviendo del Estado mientras puedan, otros preparando su boda... en definitiva, haciendo historia y viviendo la vida!! Lo chulo será si podemos juntarnos muchas veces para disfrutar juntos de todo esto. Estoy seguro de que así será!

Gracias Berlín, te deseo lo mejor. No te guardo rencor, pero no te quiero. No me he enamorado de ti. Igual algún día nos volvemos a ver.

De momento, y por un tiempo largo, que sea sólo en fotos.



Chavales, he vuelto a casa. Habemos vuelto.

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3 Comments:

Blogger El Capitán said...

Bien esta lo que bien acaba

16:26  
Blogger alberto said...

Jajajajaja. Que gran relato, que dialectica. Saverio eres grande!!

20:54  
Blogger Robert Jordan said...

jajaja! Tio, se echaba MUY en falta tu presencia en la peninsula. Menos mal que nuestro Bautista ha vuelto, saber que estas por estas latitudes me da serenidad y sosiego. Gracias, maese Saverio, por estar de nuevo entre nosotros!
Lucariell

22:05  

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