El Barco de Colegas

El día 1 de enero del 2006, recibí un mensaje corto que me llamó mucho la atención: "Feliz vida", pensé mi padre esta borracho... pero despues de pensar un rato, me puse místico y me pareció un mensaje con mucho significado y más lúcido que al principio. Feliz vida pues a todos los que váis hacer parte deste diario de abordo, que es la mejora de nuestro antiguo Barco de Colegas.

viernes, noviembre 24, 2006

Agape de Navidad

En estas entrañables fechas, la reina y yo...


Sí querida tripulación, se acerca la Savidad, y llega el momento de programar esa jornada Treffen de Kafridad y de union Kamponábica (TKK) que solemos hacer cada año. El año pasado la asistencia no fue lo numerosa que se deseaba, pero fue de calidad mayúscula. Por ello escribo con más de un més de antelación, para que no hayan excusas de "a mí me tienes que avisar con tiempo" o "es que no me venía bien tal día" o "lasers y ostias!". Ya sé que no todo el mundo podrá asistir a tan importante evento, pero por previsión que no quede. Así que os conmino a ir pensando y sugerir un dónde, un cuándo y un cómo del TKK.

Por lo tanto espero vuestros comentarios, vuestras sugerencias con alardes o sin alardes de oficialidad y sabed que tenemos toda la piel de toro , crisol cultural de realidades nacionales, a nuestra disposición.

Y una vez finiquitado este tema, aprovecho para saludar y animar a Giorgia que se "Laurea" dentro de poco en Parma, y que esta terminando la tesina. Sabed tripulantes que no iré a su fiesta de Laurea, por motivos que ya conoceis, para no producir las típicas tensiones bilaterales y encuentros incomodos.

Lo dicho empezad a sugerir....

sábado, noviembre 18, 2006

El viejo 'capricho' de Hitler


Hola Jambos! Como os prometí en mi anterior post, voy a contaros la historia del lugar en el que estoy de lunes a jueves de 9 a 16, y los viernes de 9 a 14. Disfrutad de la inquietud...


EL MUNDO, 3 de Octubre de 2003

El viejo 'capricho' de Hitler

La embajada de España en Berlín es un testigo de excepción de una época tumultuosa, quizá una de las más tristes de la Historia europea contemporánea. El edificio apenas ha cumplido 65 años, pero si su fachada hablara describiría episodios de guerra, incesantes bombardeos y escenas de uniformes, botas relucientes y brazos en alto. Ayer, el presidente del Gobierno, José María Aznar, inauguró oficialmente la sede de la legación diplomática española, situada, por el capricho urbanístico del Tercer Reich, al suroeste del barrio de Tiergarten con el famoso bosque del mismo nombre enfrente, en la avenida de Liechstenstein.

La vida del edificio comienza en 1938, cuando el Gobierno provisional de Burgos acepta la oferta de Hitler de cambiar el elegante palacete Thiele-Winkler de la Regenstenstrasse, donde residían los embajadores españoles desde 1889, por una nueva sede que debería construirse, al gusto hitleriano, en un moderno barrio diplomático en el que se agruparían las principales misiones extranjeras.

La propuesta del dictador alemán no se dirigió sólo a Burgos, donde ya crecía la semilla afín del poder franquista; también se remitió a otras dos capitales aliadas: Tokio y Roma. La zona de embajadas prevista respondía plenamente a la estética urbanística y arquitectónica que deseaba Adolf Hitler para Berlín. El dictador recibió respuesta afirmativa desde España, a diferencia de otros países, cuyas representaciones fueron trasladadas por la fuerza bajo la amenaza de demolición con personal incluido.

El edificio, de enormes proporciones, fue cuidadosamente diseñado a lo largo de cinco años por los arquitectos alemanes Walter y Johannes Krüger. Los planos internos de la residencia no debían albergar ni un solo rincón secreto para las autoridades alemanas.De hecho, sólo se autorizó el asesoramiento de un arquitecto español: Pedro Muguruza Otaño. La representación española fue proyectada junto con las de Japón, Italia, Dinamarca y Yugoslavia y debía constituir el corazón del capricho diplomático de Hitler.

En febrero de 1943, la flamante construcción estaba lista para ser estrenada; el traslado efectivo desde la vieja misión diplomática española se llevó a cabo apenas mes y medio más tarde, en abril.Los grandes salones, las elegantes escaleras, el mobiliario y la decoración relucientes tuvieron una corta vida. Sólo unos meses más tarde, los bombardeos aliados pulverizaron el edificio y con él los sueños de grandeza del dictador alemán y sus principales aliados. Unicamente quedó en pie una pequeña parte del mismo y la fachada, en cuyo frontispicio lucía el águila franquista.

A mediados de los 60, Francisco Franco ordenó que las dependencias habitables fueran acondicionadas y se instalara en ellas el consulado general de España y la residencia de su titular. Así permaneció hasta 1996, cuando el Gobierno español decidió reconstruir todo el conjunto para volver a establecer en él la misión diplomática del reino de España, por entonces con sede en Bonn.

Las obras de remodelación del inmueble han sido dirigidas en esta ocasión por dos arquitectos españoles: Jesús Velasco y José Luis Iñiguez de Ozoño. La fachada ha sido respetada en su integridad, salvo el águila de Franco, que ya no tiene en ella cabida. Es gris, fría y austera y contrasta notablemente con el gusto exquisito que se ha desplegado en su ornamentación y distribución interior, en la que se combinan hábilmente las piezas artísticas clásicas con impresionantes muestras de arte moderno.

Ayer, con la inauguración oficial por parte del presidente del Gobierno, quedó abierta una nueva página en la vida del histórico edificio. Aznar se mostró impresionado y satisfecho de su restauración.«¡Menudo despacho, embajador!», exclamó ante Rodríguez Spiteri.

«Era un empeño de muchos años y en él hemos puesto mucha determinación porque merecía la pena el esfuerzo. Dan ganas de quedarse. Y desde aquí digo que pondré a su disposición todo lo que sea necesario para reforzar los vínculos con Alemania, un país con el que no estamos de acuerdo en todo, pero con el que compartimos lo sustancial. Esta casa, que es la de todos los españoles», aseguró el presidente, «es espectacularmente atractiva».

Inquietante, verdad?

Abrazos jambos!!!

viernes, noviembre 17, 2006

Die perfekte Welle

Hay dias en que es facil ponerse mistico, a veces ya te levantas por la manyana o te surge en determinados momentos a lo largo del dia. Ayer era uno de ellos, un dia en principio normal, coger el bus e ir a trabajar, y despues quedar para tomar algo y comentar el dia. Pero ayer era especial, ya que no todos los dias cruzas una barrera invisible y te das cuenta de las cosas que no volveran y tampoco vale la pena perseguir, seria en vano. Hay bastante gente que se angustia por el paso del tiempo y la perdida de la juventud, no es mi caso, siempre intento mirar hacia el futuro, y si no puedo (o no me apetece) hacer algo, seguro que hay cosas nuevas que puedo hacer y disfrutar en cada momento. Ayer no estaba con toda la gente que me apetecia estar ni estuve haciendo todo lo que me apetecia hacer, pero fue un dia muy agradable en muy buena companyia. Por la noche, escuche una cancion. Esa cancion me recordo un pasado cercano, y recorde tambien una historia. En busca del Grial (como Odiseo de Itaca) muchos fueron, pero lo importante no era conseguirlo, sino la busqueda, ya que en ella estaba la superacion y la verdadera experiencia. Muchos buscaran un pasado que no volvera o una juventud perdida, sin darse cuenta de que mientras buscan pasaran las cosas verdaderamente interesantes. Como surferos esperando la ola perfecta, se olvidaran de que en la playa tambien hay diversion. Desde tierras teutonas, donde sigue la campanya, muchos saludos a todos los kafres de un nuevo treintanyero.

jueves, noviembre 09, 2006

Alardes de oficialidad, alardes...

Hola Jambos!

Hoy ha sido una de esas jornadas memorables para un burócrata oficialista compulsivo como yo, al que sabéis que los sellos y los papeles con escuditos y símbolos le gustan más que a un tonto un lápiz.

Pero lo de hoy no iba de papeles ni de sellos. Esta mañana he tenido una sobredosis de oficialidad completamente inesperada. Me explico, me explico...

Resulta que hoy he tenido que ir a unas conferencias que se daban en el ministerio jawohl de economia, que está en un antiguo hospital muy molón cerca de la jaupbanjof de Berlín. El sitio era muy curioso, con grandes salas y azafatas alemanas que te daban una tarjetita con tu nombre y una cosa para colgartela, como si fueras un perro. Pero bueno, todo muy bien presentado, limpio y aseado. Muy alemán.

Pero es que eso no es lo importante. Tampoco es importante el jale que daban a la entrada con sus camareros, sus mesitas modosas, sus máquinas de café alemanas, sus zumos o-saft y apfelschörle de mierda. Y ni siquiera el contenido de las conferencias, que fueron un rollazo de esos que curan al más insomne y le sumergen en un letargo acojonante. Nada de eso, eso no es lo importante.

Lo verdaderamente importante y oficial que te cagas fue el hecho de llegar a ese sitio. El cómo. Y claro, hoy al levantarme pensé que iba a ser en bus, en metro o en s-bahn. Incluso andando, nunca se sabe.

Pues no, jambos. No ha sido así. Ha sido...


EN EL VOLVACO OFICIAL DE LA EMBAJADA!!!!!

Imagináos a los becarios pringaos, de traje, saliendo de un coche oficial con matrícula que empieza por O (la matrícula de los coches oficiales y de embajadas), con su chófer, con su tapicería de cuero blanco y que te dejan a la puerta de un ministerio jawohl. Tanta oficialidad casi me lleva al colapso... casi como al físico encerrado en la central eléctrica del pantano. O como al que cuida los molinos de viento, lo mismo.

Porque claro, también nos podía haber llevado un taxi turco mercedes más molón incluso que el volvaco. Pero la oficialidad del coche oficial es algo indescriptible. Que oficial, madre mía, que oficial...

Otro día os contaré la historia del edificio de la embajada, que a alguno le va a flipar de forma kafre cuando sepa quién regaló el terreno y el inmueble a España.

Bueno jambos, mañana vuelvo a Madrid para pasar el fin de semana. Nos comunicamos!

Abrazos y saludos en diagonal...

Javeriusweg

martes, noviembre 07, 2006

Curiosidad: "El sindrome de Ulises"

Pensaréis: "que pesadito se ha puesto con el tema de Odiseo", pero bueno es que uno encuentra cosas por internet, como que existe un síndrome que se llama "el síndrome de Ulises" que afecta a los inmigrantes y me flipo. Y dice tal cual: "es una situación de estrés límite, con cuatro factores vinculantes: soledad, al no poder traer a su familia; sentimiento interno de fracaso, al no tener posibilidad de acceder al mercado laboral; sentimiento de miedo, por estar muchas veces vinculados a mafias; y sentimiento de lucha por sobrevivir". Me recuerda a "sobrevivir, fuerza interior, calentito que me quema... y de verdad todo sale del deporte".

Pero en serio, me parece que el nombre no se corresponde bien con este tipo de depresión. Creo que Ulises se merecería mas otro tipo de síndrome. Pero no basado en el fracaso y si en la lucha por la supervivencia y en la soledad como consecuencia de un largo viaje y el correspondiente regreso y en la decepción. Y esto me hace reflexionar. Todos aqui hemos sufrido lo que a mi parecer sería el verdadero "Síndrome de Odiseo o Ulises", que me gustaría redefinir para este Barco. El regreso a lo que piensas es la realidad después de haber vivido ricas experiencias en el extrangero y quizá más allá de él (empieza el misticismo)...). Muchos aun no hemos regresado y no me refiero a que aun estamos físicamente por ahi fuera sino que nuestra mente se niega al regreso al punto de partida y por tanto pensamos en la temporalidad del momento presente(gran concepto discutido mil veces con la Dama de este Barco). Esto se debe a la sensación de retroceso en el retorno a un punto dado (pensad en el circulo, si el camino es un circulo y lo recorremos, cuando llegamos al mismo punto, hemos retrocedido???), si alguien lo entiende y tiene alguna interpretación pues que la dé!

En fin volviendo al síndrome, pues sí, todos hemos tenido esa Sehnsucht despues del regreso y esa sensación de no pertenecer ya al sitio donde regresas que se supone es tu casa. La readaptación es dura, y yo personalmente me parece que aun no la he aceptado y me preocupa, porque mira que lo he intentado. Pero es que, y este es uno de los muchos problemas subyacentes, y vosotros me entenderéis, es difícil responder a las preguntas cuando regresas. Tu interlocutor no estuvo en tu contexto y si hablas de tus aventuras a la otra persona, te sientes un poco pedante. Entonces dejas de hablar, y te sientes un poco excluido y diferente, no quieres aburrir o no quieres despertar una hipotética envidia que pueda producir el rechazo por tu supuesta exclusividad. Luego escuchas cosas como "es que él ha vivido fuera tanto tiempo..." y "qué vida se ha pegado!", y el otro responde algo así como "ah, claro..." como si entonces entendiera todo ("jetzt verstehe ich alles" cuando realmente no tiene ni puta idea) y entonces te suben a una especie de pedestal y te iluminan con una luz divina. Y luego esta esa afirmación, de la cual empiezas a hartarte: "Pues tú debes de saber mucho aleman" y tu asientes y te callas que aparte del aleman hablas 4 idiomas más para tampoco parecer presumido ni pedante ni flipao (seguro que a la Dama se le revuelve el estomago leyendo esto). El regreso es bastante decepcionante. Sí, es que verdad que vuelves a ver a los tuyos, que en muchos casos vuelves a ver el sol, pero es una decepción, parece que el mundo que dejaste no se ha movido, que se ha quedado estático, pero dentro de tí sabes que no es así se ha movido y sin tí. Y piensas "he cambiado yo y ha cambiado todo pero no a la misma velocidad ni en la misma direccion y sentido", tú no te ves igual y ellos tampoco. Tienes la sensación innata de que ellos se han quedado atrás (punto de vista bastante egoista) y que no han evolucionado (y bastante egocéntrico) y tienen las vistas cortas (has vivido un sueño? o ha sido real?). Sí, muy egoista y egocéntrico, pero ahora viene la soledad del que regresa sin regresar. Esa soledad es distinta porque parece que no encajes en la sociedad de regreso. Te sientes ajeno, y por tanto pierdes elinterés en las cosas y en las conversaciones que ya carecen de sentido, como si ya las hubieras hecho y oido miles de veces. La banalidad te puede y te dejas de sorprender por las cosas. Pierdes la paciencia y empiezas a mirar sin ver. Qué pena! pensareis, pues teneis razon. Para mí este sería el verdadero síndrome de Ulises, las consecuencias del regreso a aquello que se llama "realidad" despues de conocer otras realidades (como bien diría el filósofo Ortega).

De todas formas, se me ha ocurrido una idea que ya comentaré en futuros posts.