Carta de un golpista modoso

Antes de nada deciros que me he apropiado de la identidad en la Red del grumete Longinos, mientras él está en clase. Yo no estuve en el 23-F, pero he estado en otros golpes más modosos que algunos de vosotros recordaréis. Todos tuvieron el mismo resultado, afortunadamente. El Capitán me propone para que participe en uno. Está bien. Si hay que hacerlo se hace, pero ya conocéis de antemano el resultado. Sí, el fracaso está intrínsecamente unido a todos los proyectos de La Mano Negra. Es que no puede ser de otra forma. La modosidad me obliga puesto que si no ¿qué haría luego? ¿Dar un autogolpe? No hombre, no. No es plan porque igual se produce una escabechina y La Mano Negra se autodestruiría. La propia naturaleza de La Mano Negra es sobrevivir, ser un superviviente en este oscuro y retorcido mundo. Y esperar su oportunidad agazapada detrás de una pared, de un árbol, de un autobús de la EMT, de la máquina de bebidas del metro, de una fallera... quién sabe si justo detrás de tí mientras lees esto, JAJAJA