Vivir...
La joven de las Naranjas hacia una pregunta. Elegiriamos nacer, y conocer la vida en toda su intensidad, sabiendo que quiza sea para permanecer solo un instante en ella? O rechazariamos la oferta? La clave de esta pregunta para mi son los verbos elegir y saber “Elegiriamos...” "sabiendo que...". Conocimiento a priori. El caso es que la realidad no nos permite elegir nacer o no, y tampoco nos permite saber a priori. Esta pregunta ya la respondi en su momento a quien me la hizo. Pero el problema se reduce al miedo. El miedo al sufrimiento, el miedo a lo desconocido, limitan nuestra mente a lo que ya conoce. Nos hace ver ajeno y anormal comportamientos o situaciones que quiza pondrian sal a una vida sin sabor. Miedo a las aventuras, en definitiva a vivir plenamente. Por eso nos gusta inventar aventuras controladas, de riesgo previsible y asequible. Refugiarnos en el camino suave y controlado, adormece los sentidos y nos mantiene en el ganado social. Una oveja mas que bala al ritmo impuesto. Salirse del camino y coger la vereda es mas divertido y excitante y por lo tanto arriesgado.
El club de la lucha tambien nos mete en el tema. Porciones individuales de amigos, de comida, de azucar para el cafe. Todo bien controlado para que no nos sobresaltemos. Llegar al limite es un precio que nos parece muy caro de pagar. Es verdad que una vida que se reduzca a situaciones limite tampoco es sana, pero vivir plenamente conlleva riesgos. Unos los esquivan o los saltan aunque desearian en el fondo dejarse llevar. Como dije una vez, Odiseo intento planificar su vuelta a Itaca, deseaba que las corrientes y los vientos fueran propicios para volver a su amada tierra por el camino mas corto. Pero, el viaje se convirtio en una vida llenas de aventuras apasionantes, su odisea en definitiva, su vida. Vivir trata de eso, la meta es lo de menos, disfrutar de las aventuras del camino y no tratar de rehuirlas.
Rechazamos tomar decisiones arriesgadas por miedo, rechazamos las situaciones de pura vida porque no siguen los canones que nos marcan. Rechazamos enfrentarnos a las tormentas por el sufrimiento. En fin rechazamos a nuestra parte mas viva. Preferimos los automatismos, los protocolos, las acciones definidas.
Mi padre me dice siempre: equivocate. Y no quiere decir que haga lo incorrecto. No. Quiere decir que en esta vida sino te equivocas no aprendes. Toma una decision y date cuenta si es buena o no, no la rehuyas, no intentes perderte un camino por el miedo a lo desconocido. Sino es buena tu eleccion te daras cuenta y corregiras por experiencia, incluso siempre tendras una salida airosa. Y si resulta buena pues adelante, has acertado. Vivir es una aventura que has de elegir emprender. Refugiarse en lo cotidiano en lo “seguro” es perderse un mundo rico de emociones. A caso no son las emociones lo que nos hace sentir realmente vivo? Muchos/as las rechazan como una debilidad.
Como decia el sabio Ortega: “sabesloquetequierodecir? Tio, tienes que vivir la vida!”.
En eso andamos.