Reflexiones: El misticismo
Todos decis que yo soy el místico del barco. Me lo ponéis como calificativo para identificar cierto estado de ánimo o de concentración que se ven reflejado en mi comportamiento. Eso sí, hay que hacer la diferencia entre aquello que llamáis misticismo y su definición original. Pues los misticos eran unos flipaos que se flagelaban, se martirizaban y al mismo tiempo se tomaban vete tu a saber que substancias para poder tener una experiencia mística que les acercase a dios. Incluso a tener ciertas experiencias pseudosexuales que los ponían cachondos y orgásmicos diciendo que era a causa de dios. Tenían alucinaciones y se creían tocados por la mano de dios, incluso veían como sus almas se despegaban de su cuerpos e iban al encuentro de una ser superior. Luego escribían de estas experiencias y crearon un género literario.
En fin, yo no he tenido ese tipo de experiencias, aunque no las descarto, nunca se sabe a donde te puede llevar la perversión del subcosciente. Aunque hubo un tiempo en que lo tuve todo y es verdad que la vez que mas cerca he estado de las drogas alucinogenas vomité, (yo si quiero vomito). Supongo que es lo mas cercano a estar en el nirvana (otros que acabaron muy mal). Cuando uno lo ha tenido todo y a tocado el nirvana es cierto que bajar del cielo o estrellarse contra el suelo es bastante doloroso. Menos mal que el suelo al que yo caí puede llamarse en cierta forma, regreso al Camponabo (cuyas tésis y estudios son el tema de un futuro libro que escribira la editorial de este barco), el que no se contenta es porque no quiere.
En fin, el misticismo que vosotros calificáis como tal, se refiere a ese estado de apatía sentimentaloide, de observación del infinito, de decaimiento espiritual, que viene provocado despues de esos momentos en que uno ha disfrutado de la vida y viene de estar en un estado de autentica felicidad. Es el resultado del desengaño de lo que pudo ser y no fue. Este misticismo que hace ya parte de la jerga camponabil, es un buen término para explicar el desasosiego consecuencia tambien del camponabo prolongado. Uno se empieza a preguntar sobre la vida, el porque de las cosas, por qué de una vida rebosante y feliz uno cae en un tunel de apatía, y a uno se le pone la cara de mistico como la que aqui os pongo.
foto. Cara oficial de místico (Sevilla 2005)
Para ponerse extramístico es necesario llevar barba (barba mística, ver imagen). Esta cara de místico la puedes adquirir despues de observar largo tiempo el horizonte, el mar, el fluir de un río desde un puente. Es decir cuando tu concentración y el contorno se ponen de acuerdo.
En los momentos místicos la concentración en el entorno material o social se pierde, sólo estas tú y los sentimientos que te enbargan, acompañado de recuerdos pasados tanto dulces como dolorosos, por lo tanto no necesitas estar precisamente solo. Estos momentos, no hay que confundirlos con momentos de depresión, pues la depresión es una enfermedad y no te permite racionalizar o reflexionar acerca de la vida.
En momentos místicos, los demás te ven como rodeado de una especie de aura espiritual difícil de penetrar, es decir o piensan que se te ha quedado cara de tonto, o que tu estado emocional parece el de un mesías o un pensador culto en momento de trance emocional(frase clave: "no tocarlo que esta en fase mística"). A veces se puede confundir dicho estado, simplemente porque en ese momento uno esta pensando en un muro blanco, esta en la parra (on the grape tree) o mirando las musarañas (animal roedor).
Es curioso que cuando uno esta en dentro de ese misticismo, los demás quieren hacerlo salir de tal estado rapidamente.
El poeta y el escritor utiliza estos momentos para escribir, porque son de verdadera inspiración. El misticismo te lleva a un plano superior desde donde se puede observar la realidad, combinando el subjetivismo personal con el objetivismo (quien lo entienda, que me lo explique).
Para finalizar con esta humilde reflexión, decir que llegar al estado místico, aqui descrito, es a mi entender no muy complicado, todo el mundo puede tener sus momentos místicos a excepción de mentes garrúlicas (el garrulismo se explicará en posteriores reflexiones). Os invito a tenerlos, pero sin que lleven a la obsesión, ya que tal y como llegan, los momentos místicos también se van y se dispersan. Pero como se dijo en las tesis saverianas sobre la seriedad (ref. vease anteriores escritos), el objetivo final del espiritu es la seriedad, y no voy yo a contradecirlo.
En fin, yo no he tenido ese tipo de experiencias, aunque no las descarto, nunca se sabe a donde te puede llevar la perversión del subcosciente. Aunque hubo un tiempo en que lo tuve todo y es verdad que la vez que mas cerca he estado de las drogas alucinogenas vomité, (yo si quiero vomito). Supongo que es lo mas cercano a estar en el nirvana (otros que acabaron muy mal). Cuando uno lo ha tenido todo y a tocado el nirvana es cierto que bajar del cielo o estrellarse contra el suelo es bastante doloroso. Menos mal que el suelo al que yo caí puede llamarse en cierta forma, regreso al Camponabo (cuyas tésis y estudios son el tema de un futuro libro que escribira la editorial de este barco), el que no se contenta es porque no quiere.
En fin, el misticismo que vosotros calificáis como tal, se refiere a ese estado de apatía sentimentaloide, de observación del infinito, de decaimiento espiritual, que viene provocado despues de esos momentos en que uno ha disfrutado de la vida y viene de estar en un estado de autentica felicidad. Es el resultado del desengaño de lo que pudo ser y no fue. Este misticismo que hace ya parte de la jerga camponabil, es un buen término para explicar el desasosiego consecuencia tambien del camponabo prolongado. Uno se empieza a preguntar sobre la vida, el porque de las cosas, por qué de una vida rebosante y feliz uno cae en un tunel de apatía, y a uno se le pone la cara de mistico como la que aqui os pongo.

Para ponerse extramístico es necesario llevar barba (barba mística, ver imagen). Esta cara de místico la puedes adquirir despues de observar largo tiempo el horizonte, el mar, el fluir de un río desde un puente. Es decir cuando tu concentración y el contorno se ponen de acuerdo.
En los momentos místicos la concentración en el entorno material o social se pierde, sólo estas tú y los sentimientos que te enbargan, acompañado de recuerdos pasados tanto dulces como dolorosos, por lo tanto no necesitas estar precisamente solo. Estos momentos, no hay que confundirlos con momentos de depresión, pues la depresión es una enfermedad y no te permite racionalizar o reflexionar acerca de la vida.
En momentos místicos, los demás te ven como rodeado de una especie de aura espiritual difícil de penetrar, es decir o piensan que se te ha quedado cara de tonto, o que tu estado emocional parece el de un mesías o un pensador culto en momento de trance emocional(frase clave: "no tocarlo que esta en fase mística"). A veces se puede confundir dicho estado, simplemente porque en ese momento uno esta pensando en un muro blanco, esta en la parra (on the grape tree) o mirando las musarañas (animal roedor).
Es curioso que cuando uno esta en dentro de ese misticismo, los demás quieren hacerlo salir de tal estado rapidamente.
El poeta y el escritor utiliza estos momentos para escribir, porque son de verdadera inspiración. El misticismo te lleva a un plano superior desde donde se puede observar la realidad, combinando el subjetivismo personal con el objetivismo (quien lo entienda, que me lo explique).
Para finalizar con esta humilde reflexión, decir que llegar al estado místico, aqui descrito, es a mi entender no muy complicado, todo el mundo puede tener sus momentos místicos a excepción de mentes garrúlicas (el garrulismo se explicará en posteriores reflexiones). Os invito a tenerlos, pero sin que lleven a la obsesión, ya que tal y como llegan, los momentos místicos también se van y se dispersan. Pero como se dijo en las tesis saverianas sobre la seriedad (ref. vease anteriores escritos), el objetivo final del espiritu es la seriedad, y no voy yo a contradecirlo.
4 Comments:
Joder tronco, esto si que es definir el misticismo. Sin embargo, permitidme recordar una gran frase que dijo el Francés y que puede servir como bálsamo ante el misticismo:
ahorrad chavales, que el amor es caro
si que cuesta caro, ver lo que me cuesta a mi.
Pues creo que haré algun apendice sobre las consecuencias del misticismo, porque los momentos misticos pueden ser tambien determinantes para el devenir ....blablabla....blablabla...
Julandro Martinez de Boba
joder que pocos comentarios a mi estudio del misticismo...
muy bien don jordi, comparto mucho de lo que dices pero lo mejor de tu post sigue siendo la foto... si ej que lo dise tò!
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