De ese día de Kafridad en el final de la Navidad

"Navegando por un mar, encontré un Barco de Colegas..." así empieza el himno de gigatrón y así se puede explicar el sentimiento que nos embargó a los que fuimos participes del día K de este sabado pasado.
Faltó mucha gente, algunos por desinterés otros por problemas geográficos varios y demás, pero no voy hablar de ellos. Gracias en todo caso a los que respondieron al mail, sentimos mucho vuestra ausencia, pero por descontado que nos veremos.
Por la manyana a la excursión prevista tan sólo fuimos, Albé, Saverio y yo, descubrimos los parajes de la Valldigna, donde Jaume I al mirar desde sus montes dijo: "Cheeeeaa! quina vall més digna!". No falto el típico esmorsar en restaurant de carretera y un trompo en una de las ocho curvas que subían a la fuente, buena forma de estrenar el panzer de Albé. Albé se paso de listo con la guía del museo de Carlos V, dejando en mal lugar a un enamorado Saverio, collidor de taronxes. Por la tarde, y despues de una visita a mi familia de la Pobla del Duc, volvimos a la capital del Regne.
Los participantes: Albakra, Albé, Jaume, Paquito, Saverio y un servidor y a los postres acudió en visita relampago JF.
El día aunque lluvioso, sirvió para reencontrarnos en una celebración que ya se ha oficializado como Día K de Navidad. Este anyo, el evento se centro más bien en la cena que disfrutamos en el Asador "7 de Julio" con 6 menus sidrería, regados con buen vino de rioja e inundado por la sidra a placer que te servías tú mismo de los grandes toneles. Engullimos sabrosos chuletones de buey que poníamos sobre las brasas y se asaban a gusto de cada cual. La conversación como no podía ser de otra forma fue muy variada tocando temas tan profundos como la pesca de anchoas, las teorías de autoempalamiento y sonidos y onomatopeyas variadas, propios de los instintos tán básicos y primitivos que tenemos los seres humanos. Despues de un opíparo festín con roscón de reyes y piropos a la camarera (invadidos por los efluvios etílicos), pusimos rumbo al corazón de la ciudad, para realizar ritos y danzas guerreras de forma embravecida para encandilar a las damiselas de belleza sin parangón. El cansancio nos rindió ya de madrugada y pusimos fin al Día K.
Estos momentos se deben repetir más periodicamente, porque en estos momentos nos embarga la Sehnsucht.
Saludos a todos
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