Desnuda se sentía igual que un pez en el agua,
vestirla era peor que amortajarla;
inocente y perversa como un mundo sin dioses,
alegre y repartida como el pan de los pobres.

No quise retenerla, ¿de qué hubiera servido
deshacer las maletas del olvido?
Pero no sé qué diera por tenerla ahora mismo
mirando por encima de mi hombro lo que escribo.

Le di mis noches y mi pan, mi angustia, mi risa,
a cambio de sus besos y su prisa;
con ella descubrí que hay amores eternos
que duran lo que dura un corto invierno.

Conservo un beso de carmín que sus labios dejaron
impreso en el espejo del lavabo,
una foto amarilla, un corazón oxidado,
y esta sed del que añora la fuente del pecado.

Antes que la carcoma de la vida cotidiana
acabara durmiendo en nuestra cama,
pagana y arbitraria como un lunes sin clase
se fue de madrugada, no quiso ser de nadie.

Pascua en Budapest

Esta vez no ha sido con ninguno de vosotros. Pero como en lo viejos tiempos, alquilamos un coche y nos piramos al Este de Europa (o es Europa del Este?). Un Panda... coche con menos detalles... pero al fin y al cabo nos llevo a donde quisimos. Primero a Viena, despues a Bratislava y por ultimo a Budapest, 1500 km en 4 días. Pero la joya es Budapest. Sus mujeres, sus calles, sus palacios y el Danubio. Hacía 13 años que no volvía a esta ciudad y la impresión que me dio aquella primera vez se vio confirmada esta segunda: la ciudad más bonita de la Europa que conozco. Creo que es una ciudad encantada y encantadora. Ahora mucho mas moderna y mucho mas limpia que en el 96. La verdad es que con 19 años y siendo la primera vez que salía solo de la piel de toro, todo parecía que era más grande y precioso, lo miraba todo con nuevos ojos y la aventura fue tremenda. Esta vez ha sido muy curiosa y ha dado mas tiempo a explorar la ciudad e incluso a bañarnos en las termas, sin prisa y con relax.


Si, ya se que esta última foto no es una belleza, pero es una foto con mucho sentido, pues es una foto repetida de ese 1996. Nostalgia de los 19, cuando te crees el más poderoso del mundo y te crees capaz de todo.